Si alguna vez has dejado tu coche aparcado durante un par de días y al volver a cogerlo te has fijado que los discos de freno están cubiertos por una capa de óxido.
Ver óxido en los discos de freno puede causar cierta alarma, sobre todo si no sabes por qué sucede o si puede afectar a tu seguridad al volante. Pero aquí estamos para explicarte todo lo que necesitas saber sobre el óxido en los discos de freno y, lo más importante, tranquilizarte: la mayoría de las veces, no es tan grave como parece.
El problema suele ser más bien estético, realmente hace muy feo ver a través de la llanta un disco de freno oxidado.
¿Por qué se genera óxido en los discos de freno?
Lo primero que hay que tener claro es que el óxido en los discos de freno es algo completamente normal.
Los discos de freno están hechos de acero, un material que contiene hierro, y el hierro, al estar en contacto con el aire y la humedad, tiende a oxidarse. Este proceso, conocido como oxidación, es simplemente una reacción química que ocurre cuando el hierro se combina con el oxígeno y el agua.
Así que, si un día dejas el coche aparcado en la calle y al siguiente notas que los discos tienen una capa de óxido, no te alarmes: es un fenómeno natural.
El óxido en los discos de freno suele formarse más rápido en condiciones de alta humedad, después de un día lluvioso o incluso si vives cerca del mar, donde el ambiente es más salino ( después de unas vacaciones en la playa en las que tienes el coche parado)
Básicamente, cualquier circunstancia en la que haya agua en el ambiente puede acelerar la aparición de óxido en tus discos de freno. No obstante, este óxido superficial normalmente desaparece tan pronto como vuelves a usar el coche, ya que el contacto de las pastillas de freno con los discos al frenar raspa la capa de óxido y deja la superficie limpia de nuevo.
Óxido superficial vs. óxido peligroso: ¿Cuándo preocuparse?
Ahora bien, ¿cuándo el óxido en los discos de freno puede ser realmente preocupante? La buena noticia es que el óxido superficial, que es lo que más comúnmente vemos, no afecta al rendimiento de los frenos. Como mencionamos antes, en la mayoría de los casos, este óxido desaparece tras unas pocas frenadas cuando vuelves a conducir el coche. Por lo tanto, no hay necesidad de preocuparse cada vez que veas una capa fina de óxido en los discos.
Lo que sí deberías tener en cuenta es que, si el coche ha estado parado durante un largo período de tiempo (hablamos de semanas o meses), el óxido podría comenzar a penetrar más profundamente en los discos. En estos casos, puede ser necesario revisar los frenos para asegurarse de que no se ha formado corrosión más severa, que podría debilitar los discos y afectar su rendimiento. Si notas que el coche vibra al frenar, o escuchas ruidos extraños como un chirrido constante, es recomendable que lleves el coche a un taller para una revisión más exhaustiva.
En resumen, el óxido superficial es un fenómeno normal y no es peligroso en sí mismo. Sin embargo, si el coche ha estado mucho tiempo parado o el óxido no desaparece tras el uso, es mejor tomar precauciones y revisar el estado de los discos.
¿Qué hacer si los discos de freno tienen óxido?
Si ves que tus discos de freno tienen óxido, no es necesario que te apresures al taller a la primera señal. Aquí te dejamos unos consejos prácticos sobre qué hacer:
- Conduce el coche regularmente: Una de las mejores maneras de evitar que se acumule óxido en los discos de freno es simplemente usar el coche con regularidad. Conducirlo al menos una vez a la semana y realizar unas cuantas frenadas suaves ayudará a mantener los discos limpios de óxido superficial.
- Frena suavemente después de que el coche ha estado parado: Si tu coche ha estado aparcado por unos días y ves óxido en los discos, lo mejor que puedes hacer es conducirlo y realizar frenadas suaves en un lugar seguro. Este proceso eliminará el óxido sin necesidad de hacer nada más.
- Evita dejar el coche en ambientes húmedos durante largos periodos: Si es posible, aparca tu coche en un garaje o en un lugar cubierto, especialmente si vives en una zona con alta humedad o si va a llover. Reducir la exposición a la humedad disminuirá la probabilidad de que se forme óxido.
- Revisa visualmente los discos periódicamente: Aunque el óxido superficial no es peligroso, vale la pena revisar los discos de vez en cuando para asegurarte de que no haya corrosión profunda. Si notas que los discos tienen una apariencia irregular o presentan surcos, es mejor llevar el coche a un profesional para que evalúe su estado.
- Si el óxido no desaparece, consulta a un profesional: En el caso de que, después de conducir, el óxido siga presente o si notas alguna irregularidad al frenar, no dudes en consultar a un mecánico. Puede que el óxido haya penetrado más profundamente o que haya algún otro problema que necesite ser resuelto.
Cuidados adicionales para evitar la corrosión en los discos de freno
Aunque el óxido superficial no es algo que deba alarmarte, hay algunas medidas que puedes tomar para reducir su aparición y mantener los discos de freno en buen estado durante más tiempo. Aquí te dejamos algunas recomendaciones adicionales:
- Aparcar en lugares secos: Si tienes la opción, siempre es mejor aparcar el coche en un lugar cubierto o dentro de un garaje. Esto evitará que los discos estén expuestos a la humedad y reducirá la posibilidad de que se forme óxido.
- Secar bien los frenos después de lavar el coche: Después de lavar el coche, es recomendable conducir un poco y frenar suavemente para secar los discos de freno. Dejar los frenos húmedos durante mucho tiempo puede favorecer la aparición de óxido.
- Cuidado con la sal en invierno: En zonas donde se usa sal en las carreteras durante el invierno, el óxido puede aparecer más rápido debido a la combinación de humedad y sal. Asegúrate de lavar bien los frenos para eliminar los residuos de sal después de conducir en estas condiciones.
- No olvides el mantenimiento regular: Aunque el óxido superficial suele ser inofensivo, no dejes de realizar las revisiones periódicas de los frenos. El mantenimiento regular es clave para garantizar que todo el sistema de frenado esté en buen estado y evitar problemas mayores.
Mitos y realidades sobre el óxido en los discos de freno
Es normal que surjan ciertas preocupaciones y mitos sobre el óxido en los discos de freno, pero es importante aclarar lo que es cierto y lo que no lo es. Aquí desmentimos algunos de los mitos más comunes:
- Mito 1: “El óxido en los discos de freno siempre es peligroso”.
Realidad: Como hemos mencionado, el óxido superficial en los discos de freno es normal y no representa un peligro para tu seguridad. Solo si el óxido es profundo o no desaparece tras el uso normal del coche deberías preocuparte y llevarlo a revisar. - Mito 2: “Necesito cambiar los discos de freno si veo óxido”.
Realidad: No es necesario cambiar los discos de freno solo porque veas una capa de óxido. La mayoría de las veces, el óxido desaparece tras unas pocas frenadas. Cambiar los discos solo es necesario si hay un desgaste significativo o si la corrosión ha afectado la estructura del disco. - Mito 3: “El óxido es un signo de que mis frenos están en mal estado”.
Realidad: No necesariamente. El óxido superficial es simplemente una reacción química natural. Sin embargo, es una buena idea hacer una revisión si notas otros síntomas como ruidos extraños o vibraciones al frenar.
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Preguntas frecuentes sobre óxido en los discos de freno del coche
1. ¿El óxido en los discos de freno afecta la capacidad de frenado? En la mayoría de los casos, el óxido superficial no afecta la capacidad de frenado. Este óxido se elimina cuando frenas y no interfiere con el rendimiento de los frenos. Solo si el óxido es profundo y no desaparece tras el uso, podría influir en la eficacia del sistema de frenado.
2. ¿Puedo conducir con óxido en los discos de freno? Sí, puedes conducir con óxido superficial en los discos de freno. Al frenar, la fricción entre las pastillas y los discos generalmente elimina el óxido sin que afecte tu seguridad.
3. ¿Cómo puedo prevenir el óxido? Aparcar en lugares secos, secar los frenos después de lavar el coche y conducir regularmente son algunas de las formas más efectivas de prevenir la acumulación de óxido en los discos de freno.
4. ¿Cuándo debo preocuparme por el óxido en los discos de freno? Si el coche ha estado parado durante mucho tiempo y el óxido no desaparece después de conducir, o si notas ruidos extraños o vibraciones al frenar, es recomendable que un profesional revise el sistema de frenos.
5. ¿El óxido en los discos de freno puede causar daños permanentes?
El óxido superficial no suele causar daños permanentes en los discos de freno. Sin embargo, si el coche permanece parado durante largos períodos y el óxido se vuelve más profundo, podría generar corrosión, debilitando los discos. En estos casos, podría ser necesario reemplazar los discos.
6. ¿Puedo limpiar los discos de freno con algún producto para eliminar el óxido?
En la mayoría de los casos, no es necesario usar productos para limpiar el óxido de los discos de freno, ya que el óxido superficial desaparece con el uso regular del coche.
Si decides limpiarlos, asegúrate de usar productos específicos para frenos que no dañen la superficie del disco ni afecten el rendimiento de las pastillas. Evita productos abrasivos o que puedan dejar residuos que interfieran con el frenado.
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Teléfono: 609 043 827
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