Qué es una correa de distribución:
Una correa de distribución es un componente crucial en el motor de un coche que se utiliza para sincronizar el movimiento de varias partes internas del motor. Su función principal es asegurar que las válvulas de admisión y escape, así como los pistones, se muevan en sincronía, permitiendo una combustión adecuada y eficiente en los cilindros del motor.
La correa de distribución es generalmente una banda de goma o caucho reforzada con tejido que se encuentra en la parte interna del motor, oculta por una cubierta protectora.
Está diseñada para ser duradera y resistente al desgaste, pero con el tiempo, puede debilitarse y desgastarse, lo que hace necesaria su sustitución periódica según las indicaciones del fabricante del vehículo.
Funcionamiento de la correa de distribución:
Sincronización de válvulas y pistones: La correa de distribución está conectada a dos ejes en el motor: el cigüeñal y el árbol de levas. El cigüeñal es responsable de convertir la energía generada por la combustión del combustible en movimiento rotatorio, mientras que el árbol de levas controla la apertura y cierre de las válvulas del motor.
Transmisión de movimiento: A medida que el cigüeñal gira, la correa de distribución, que está firmemente sujeta a él, también gira. Esta rotación se transmite al árbol de levas, que también está conectado a la correa. Así, la correa de distribución sincroniza los movimientos del cigüeñal y el árbol de levas, manteniendo sus posiciones relativas y asegurando que estén en la fase adecuada.
Apertura y cierre de válvulas: Cuando el árbol de levas gira, controla la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape en los cilindros del motor. Estas válvulas se abren y cierran en momentos precisos para permitir que entre la mezcla de aire y combustible en el cilindro (admisión) y para liberar los gases de escape resultantes después de la combustión (escape).
¿Cuándo es el momento adecuado para cambiar la correa de distribución?
Aquí hay algunos puntos clave que debes tener en cuenta:
Kilometraje recorrido: Consulta el manual del propietario de tu automóvil para conocer el kilometraje recomendado por el fabricante para cambiar la correa de distribución. Generalmente, se sugiere hacerlo entre los 80,000 y 160,000 kilómetros.
Tiempo de uso: Aunque no recorras muchos kilómetros, es importante recordar que las correas de distribución también se debilitan con el tiempo debido a la exposición a cambios de temperatura y desgaste natural. Por lo tanto, si ha pasado mucho tiempo desde el último cambio, asegúrate de reemplazarla siguiendo las recomendaciones del fabricante (normalmente cada 5 a 10 años).
Otros aspectos a tener en cuenta
Inspección visual: Si notas signos evidentes de desgaste, como grietas, fisuras o pérdida de dientes en la correa, es imperativo cambiarla de inmediato, incluso si no ha alcanzado el kilometraje o el tiempo recomendado. También verifica si hay indicios de fugas de líquidos en la zona de la correa, ya que esto puede acelerar su deterioro.
Ruidos inusuales: Si escuchas ruidos extraños provenientes del área del motor, como chirridos o crujidos, esto podría indicar que la correa de distribución está desgastada o desalineada, lo que exige una revisión profesional.
Mantenimiento preventivo: En algunos casos, es posible que el fabricante recomiende cambiar la correa de distribución durante una revisión general de mantenimiento para prevenir problemas futuros y evitar costosos daños al motor.
Qué pasa si se rompe la correa de distribución
Dependiendo del diseño del motor, al romper de la correa de distribución puede causar daños adicionales a los pistones, válvulas y culata, así como otros componentes del motor.
Por ello debemos de realizar el mantenimiento adecuado cambiando la correa de distribución según el intervalo recomendado por el fabricante del vehículo.
No nos olvidemos de los otros componentes como los tensores, rodillos y bomba de agua, para garantizar el funcionamiento óptimo del motor.
Cambio de la bomba de agua:
Cuando cambiamos la bomba de agua con el kit de correas y rodillos de distribución, ¿Qué debemos de hacer con el líquido refrigerante?
Sí, es recomendable cambiar el refrigerante cuando se cambia la bomba de agua del motor de un coche.
Además, es importante utilizar el tipo correcto de refrigerante recomendado por el fabricante del vehículo para evitar daños en el sistema de enfriamiento y en el motor.
Cuando se reemplaza la bomba de agua, se vacía el refrigerante del sistema, lo que puede provocar su contaminación.
Además, el refrigerante tiene una vida útil limitada y se degrada con el tiempo y el uso, lo que puede afectar negativamente su capacidad de enfriar el motor.
Así evitamos la obstrucción de los conductos de refrigeración, la acumulación de depósitos de minerales y la corrosión.
Kit de correa de distribución
Cambiar los rodamientos y la bomba de agua cuando se cambia la correa de distribución es lo recomendable y existen varias razones clave para hacerlo:
Sincronización adecuada: Al cambiar estos componentes al mismo tiempo que la correa, se asegura que todas las piezas estén en condiciones óptimas de funcionamiento y que no haya interferencias entre ellas.
Coste y eficiencia: La correa de distribución, los rodamientos y la bomba de agua están ubicados en una zona de difícil acceso dentro del motor. Reemplazarlos todos juntos durante el mismo servicio de mantenimiento ahorra tiempo y dinero en comparación con hacerlo por separado en diferentes momentos.
Desgaste similar: Los rodamientos y la bomba de agua también están sujetos al desgaste y tienen una vida útil limitada, al igual que la correa de distribución. Si se cambia solo la correa y se dejan los rodamientos y la bomba de agua desgastados, existe el riesgo de que estos componentes fallen antes del próximo intervalo de cambio de correa, lo que podría causar daños al motor y requerir reparaciones adicionales.
Prevención de fugas: La bomba de agua es responsable de circular el líquido refrigerante por el motor para mantenerlo a una temperatura adecuada. Si la bomba de agua falla después de cambiar la correa de distribución, puede provocar fugas de refrigerante y sobrecalentamiento del motor, lo que podría ocasionar daños graves y tener que reparar de nuevo.
Mayor durabilidad: Al cambiar los rodamientos y la bomba de agua junto con la correa de distribución, se asegura un nuevo conjunto de componentes en la zona de la correa. Esto ayuda a prolongar la vida útil de todo el sistema, lo que brinda una mayor durabilidad.