Vamos a intentar resumir las 4 averías en los frenos del coche más frecuentes, que no son graves pero conviene solucionar lo antes posible por nuestra seguridad y para que no provoquen daños mayores.
El desgaste desigual en las pastillas de freno es una de las averías más comunes en el sistema de frenos. Puede deberse a varios factores, como una mala alineación de las pastillas, un pistón de freno atascado o un problema en el sistema de frenado antibloqueo (ABS). Esto puede provocar una pérdida de rendimiento de frenado, ruidos inusuales y un frenado desigual.
Cómo Detectarlo: Escucha atentamente cualquier chirrido, rechinido o vibración durante el frenado. Además, examina visualmente las pastillas de freno en busca de un desgaste irregular.
Cómo Solucionarlo: De ser necesario, reemplaza las pastillas de freno desgastadas y asegúrate de que el sistema de frenado esté correctamente alineado y funcionando.
Los discos de freno pueden experimentar sobrecalentamiento debido a frenados intensos o prolongados. Esto puede resultar en discos de freno azules o deformados, lo que compromete su rendimiento y puede causar vibraciones en el volante.
Cómo Detectarlo: Si notas que tu vehículo vibra al frenar o que el volante tiembla, podría ser un signo de discos de freno deformados. Además, si los discos lucen azules o presentan decoloración, es una señal de sobrecalentamiento.
Cómo Solucionarlo: Reemplaza los discos de freno dañados y asegúrate de evitar frenadas excesivamente bruscas que puedan causar sobrecalentamiento.
El latiguillo de freno es una pieza de goma o metal que conecta el cilindro maestro con la pinza de freno. Cuando se rompe, puede causar una pérdida significativa de presión en el sistema de frenos, lo que dificulta frenar de manera efectiva.
Cómo Detectarlo: Si notas una disminución repentina en la capacidad de frenado, o si el pedal de freno llega al suelo sin resistencia, es probable que haya un latiguillo de freno roto.
Cómo Solucionarlo: Reemplaza el latiguillo de freno dañado y purga el sistema de frenos para eliminar el aire y restaurar la presión.
Un pedal de freno esponjoso o que se hunde fácilmente puede ser un signo de aire en el sistema de frenos, lo que compromete la eficacia del frenado.
Cómo Detectarlo: Si al presionar el pedal de freno sientes que se hunde gradualmente o notas una falta de firmeza, podría indicar aire en el sistema.
Cómo Solucionarlo: Debes purgar el sistema de frenos para eliminar el aire atrapado y restaurar la firmeza del pedal.
El sistema de frenos de tambor es uno de los sistemas de frenado más antiguos pero aún se encuentra en muchos de los vehículos que están circulando por nuestras carreteras.
Está compuesto por:
Zapatas de Freno: Las zapatas de freno son las piezas de fricción que se presionan contra el tambor para detener el vehículo cuando se aplica el freno. Cada rueda tiene un par de zapatas, una en cada lado del tambor.
Tambor de Freno: El tambor de freno es una pieza circular que rodea las zapatas de freno. Cuando se aplica el freno, las zapatas se presionan contra el interior del tambor, creando fricción y deteniendo la rueda.
Cilindro de Rueda (Cilindro de Freno): El cilindro de rueda es un componente hidráulico que se encarga de empujar las zapatas de freno contra el tambor cuando se pisa el pedal de freno. Hay un cilindro de rueda en cada rueda que utiliza frenos de tambor.
Resorte de Retorno: Los resortes de retorno están diseñados para devolver las zapatas de freno a su posición inicial después de soltar el pedal de freno. Esto evita que las zapatas queden en contacto constante con el tambor y se desgasten prematuramente.
Ajustadores Automáticos: Algunos sistemas de frenos de tambor cuentan con ajustadores automáticos que mantienen el espacio adecuado entre las zapatas y el tambor a medida que las zapatas se desgastan. Esto asegura un frenado uniforme a lo largo de la vida útil de las zapatas.
La avería más común en los sistemas de frenos de tambor, es la pérdida de líquido de freno debido a un problema en uno de los cilindros de rueda. Esta avería puede provocar una serie de problemas, incluyendo:
Cuando se detecta una pérdida de líquido de freno en uno de los cilindros de rueda en un sistema de frenos de tambor, es esencial reemplazar tanto las zapatas como el cilindro de rueda afectado. Esto se debe a que el líquido de freno puede haber contaminado las zapatas, lo que las hace inutilizables. Reemplazar ambos componentes garantiza un sistema de frenos seguro y eficiente.
Existen en le mercado kit premontados para los frenos de tambor, que agilizan mucho los tiempos de reparación.
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